Me parece de gran interés mostrar en este blog este documental, que aunque es largo merece la pena, ya que describe por qué Finlandia posee un sistema educativo que ha sido por más de una década uno de los mejores del mundo.
Tras haber visto el vídeo, puedo decir que sinceramente siento envidia de cómo está la educación en ese país. Son muchos los aspectos que se pueden destacar a favor del sistema educativo empleado en Finlandia y del cual deberíamos fijarnos aquí en España, ya que como podemos ver en el documental, las diferencias son escandalosas: apenas un 8% de los alumnos finlandeses no termina sus estudios frente a España, donde 1 de cada 3 alumnos deja los estudios antes de acabar la Enseñanza Secundaria.
Además, algo que me ha llamado mucho la atención es que allí los niños comienzan a ir al colegio más tarde que los españoles (no pasan por la etapa de educación infantil), si no que permanecen en casa aprendiendo con sus familiares, por lo que están aprovechando constantemente el tiempo. Esto en España no podría llevarse a cabo en todos los hogares, ya que los padres se ven obligados a trabajar muchas horas para poder sustentar a la familia, y por tanto, no pueden estar constantemente con sus hijos, los llevan a los centros educativos, no sólo utilizándolos como lugar instructivo-formativo, sino también de cuidado y control de sus menores, como si de una guardería se tratara.
En Finlandia el 97% de los colegios son públicos, sin embargo, aquí en España contamos ya con el que el 35% de los colegios son privados, además en el país finlandés el material y el comedor son gratuitos, mientras que aquí hay que pagarlo, ya que no son subvencionados por el Estado.
Otros aspectos que podemos destacar es que en dicho país se favorece al máximo la lectura, y la ratio no supera los 20 alumnos por aula. Este último dato lo considero de gran relevancia para un buen aprendizaje, ya que de este modo los profesores podrán llevar a cabo una atención individualizada y los alumnos podrán superar sus dificultades y seguir su propio ritmo de aprendizaje. Ahora bien, ¿cuál es la situación en España? Aquí llegamos a superar en múltiples ocasiones los 30 alumnos por aula, algo que dificulta la comprensión por parte de los alumnos y hace más difícil el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Un dato revelador de la educación de calidad que se lleva a cabo en Finlandia, es que los alumnos con necesidades educativas cuentan con un profesor de apoyo constantemente, algo que permite que el alumno no se quede atrás y pueda seguir al resto de sus compañeros.
Como podemos ver en el vídeo, este sistema es muy diferente al de resto de países y su éxito rotundo los ha llevado a ganar premios en todos los ámbitos. Uno de los principios fundamentales para conseguir este éxito es la coordinación familia-escuela-recursos socioculturales que se da en Finlandia, algo que aquí en España no se da realmente, ni siquiera se ha logrado la completa coordinación familia-escuela (debido a los motivos mencionados anteriormente), algo esencial para un buen funcionamiento educativo.
En cuanto, a la profesión del profesor existe gran disparidad entre nuestro país y Finlandia. Allí para ser maestro tienes que esforzarte mucho, pues exigen maestros competentes, bien formados, innovadores, y a su vez motivadores que hacen las clases amenas y divertidas, preocupándose por sacar lo mejor de sus alumnos. Además, en el país finlandés ser maestreo de Educación Primaria te otorga gran prestigio y muy pocos logran superar las complicadas pruebas que permiten el acceso a dicha profesión. Aquí en España, a los maestros se los reconoce con la típica frase de “pinta, corta y colorea”, sin darles el reconocimiento que esta profesión conlleva.
Ahora bien, con todo esto no quiero decir que en España se esté haciendo todo mal o que todos los profesores por ejemplo, no sean innovadores, competentes o no estén bien formados; sino que todo se puede mejorar, debemos involucrar a los padres en la educación de sus hijos, haciendo que participen de forma activa, no sólo dentro del colegio, sino también fuera de él. Podemos hacer las clases más participativas, donde los alumnos hablen un 60%, en comparación con el 40% del profesor, se pueden recuperar los puentes y las horas perdidas (tal como hace el sistema educativo finlandés), los alumnos pueden continuar con el mismo profesor durante varios años hasta que el alumno consiga sus propios patrones de aprendizaje; etc.
Quizá todo esto no se consiga en un día, pero poco a poco inculcando el trabajo y la honradez en nuestras aulas, podemos conseguir alumnos competentes, que sobresalgan por su brillantez educativa, donde todo el mundo tenga las mismas oportunidades para construir un país en el que: “La educación sea la llave para el desarrollo de éste”.
Bibliografía
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